Ramón Rogelio Gimenez Chola es, para los amigos y los expedientes policiales, El Sinson, nombre que heredó del popular dibujito yanqui por el parecido en el corte de pelo con Bart Simpson. Es un muchacho singular pero no por eso menos importante de mencionar.
El Sinson tiene 2 grandes características, detallaremos las dos sin dejar lugar a dudas de que todas las personas tienen algo que las hace especiales y el Sinson es recontra especial.
La primera característica tiene que ver con su repentinos cambios de humor que se corresponden con algúna situación, elemento o cosa que para el ojo del común de la gente es normal, para el Sinson es cuestión de erupciones de piel y puteadas varias.
Cortinas blancas en parripollos, heladeritas tipo HELATODO en consultorios médicos, las milanesitas de peceto, las tostadas en paquete, el 6 a 0 a Perú, un colectivo a contramano, Flavia Palmiero, Gustavo Bermúdez, la cintita roja para abrir paquetes de galletitas, las placas rojas de Crónica, las cinco galleguitas que cantan el Aserejé, arbitrajes de Furchi, de Baldassi y de Lamolina, los centros pasados y los comentaristas que llevan la cuenta de los córners, son sólo unas muestras de las cosas que lo ponen nervioso al Sinson.
La segunda cosa y no menos importante es que el Sinson es el portador de una chota enorme, en su largor, y muy pelotuda, en su concepción y trato. Se dice que la víbora del Sinson ha llegado a dejar boquiabierta a más de una (y no lo decimos en sentido figurado) que su largor, si bien no es tenida en cuenta para el Guinnes de los Récords porque es superada ampliamente por un Tailandés que puede bajar duraznos con solo ver una foto de Sofía Gala sin usar sus manos ni ninguna otra extremidad, es uno de los más importantes del país.
Como apreciarán es muy bienvenido por las chicas del cabaret pero desde que perdió su libertad aquel 12 de agosto del año pasado tras afanarse 3 colchones “La Cardeuse” luego de colgarse de la camioneta del reparto, se dice que el Sinson fue renombrado por toda Villa Caraza como “El Robin Hood pijudo” y de ahí en más el mito hizo el resto.
Su mamá nos cuenta con orgullo que la Chotona enorme ya se vislumbraba desde su infancia cuando la señora Juana Godoy de Chola le colgaba al pequeño Ramoncito las bolsas del mandado en la poronga, según cuentan las vecinas putas del barrio, el Sinson se aguantaba a su temprana edad de 10 años: 3 kilos de papa, 1 kg de mandioca, ¾ de bofe y 3 kilos de mandarina, todo, todo lo sostenía con la tonta y ésta seguramente fue una de las causas para que hoy en la adultez el Sinson no disfrute de una chota feliz y potente sino de una vibora pesada y pelotuda.
Este post está enteramente dedicado a la Rambo Cele, y todavía le debo la foto del lindo de la patineta. Disfruteló, compañera, con salud.
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