San Afrecho

Hermanos cabareteros que concurren a este local en busca de placer efímero, hermanas de vida disipada que buscan aquí saciar los apetitos de la carne, niños bufarras que van ya pasando para la sacristía que en un rato voy:

Hoy, hermanos, hermanas, tíos, cuñados, primos, amigos y conocidos, como es de conocimiento general, es San Afrecho. Pero que sabemos en realidad, hermanos, de San Afrecho de Mazola? Poco y nada, poco y nada. Aprendan, turros, o se van pa'l sótano.

San Afrecho de Mazola nació de padres humildes, nombrado de nacimiento Roberto y apellidado Leto. De pequeño mostró condiciones dignas de santo biasatti, de santo y seña, de santoronja: a los 9 años comenzó a trabajar en la huerta comunitaria de su Iberia natal.


Pronto se destacó como un verdadero tocado por el espíritu hortalístico, tocado por el señor; de hecho, fue tocado por varios señores, muchos verduleros. Gracias a esto, surcó pronto las europas haciendo milagros hortelanos de toda índole, siendo sus mas conocidos la multiplicación de las zanagorias en las tierras de Betún, la aparición de tomates con varicocele en el Valle de Fantino, y el agrandamiento de las bananas del pueblo de Sarán.

El papa Mario Pio Barakus recibió noticias del peregrinar verdúreo y milagroso del pequeño Roberto, y convocólo a su presencia, invitándolo a mostrarle sus milagros de manera privada. Los obispos, cardenales y jilgueros que permanecieron fuera de la habitación que encerraba al Papa y a Robertito dijeron escuchar palabras de asombro del pontífice, como "papá, que pedazo de chaucha", "hijo mío, Dios te conserve el zuccini" y "con ese porongo tomo mate todo el día".

Ese día el papa Mario Pio sacó un decreto de necesidad de urgencia y canonizó de prepo al niño robertito, que recibió el nombre de San Afrecho de Mazola en una ceremonia sagrada, con el alma desnuda ante los ojos de Jebus, y el cuerpo desnudo ante la vista de los obispos.

Siguió su vida de milagros, haciendo las delicias de los hortelanos, verduleros, vegetarianos y putos viciosos, agrandando berenjenas y engrosando zapallitos, hasta que falleció a la tierna edad de 24 años víctima de un derrame cerebral, cuando se le derramaron cuarenta kilos de naranjas de ombligo en medio del marote.

Hoy se lo conoce como San Afrecho de Mazola, santo patrono de la ensalada mixta, endurecedor del pepino y enderezador de las zanagorias chuecas.

Hijos, que no se les olvide que todo aquello que consumen dia a dia proveniente de una huerta, llega a ustedes gracuias a la intercesión, interacción e interjección de San Afrecho de Mazola. Juntémonos entonces, y recemos la Oración a San Afrecho:

"Oh, Afrecho, patrono santo de la verdura oblonga,
agarrame la poronga.
Oh, mártir de Mazola,
agarrame una bola.
Oh, santo que todo lo empotras,
agarrame también la otra.

Venga a tu huerta el pepino
mas duro que Palomino,
verdura texturada
para tu placer.

Concedenos la sabiduría del calabacín,
la alegría de la berenja,
y hasta el picor del ajo porro, que alegra el culo.

Viva tu nombre en cada verdeo
y tu salud
y tu ciencia
esté en medio de nosotros
como la banana está en medio de los higos."