NAVIDAD EN PELOTAS (RE LOAD, VIEJAAA!!!)

El cabaret peronista y popular del mundo. Homenajeando al Bacará a la Martita y a la Firulai.

25 enero, 2007

Hall de la fama

De tranco sereno pero firme, gambeta interminable, incontados desbordes por la punta, el “Rengo” Marcucci desplegó toda su hidalguía dentro de la cancha del club Victoriano Arenas y se consagró a la historia la misma tarde que le pudo encontrar la vuelta a un cargozo marcador de punta del 12 de Octubre, equipo que traía consigo la chapa del mejor equipo de la liga, y al cuál dejó sin chance después que lo desbordara por el lado en cuál la cancha tenía el pasto más alto, asi, el marcador del 12 tuvo que levantar un poco más la pierna con tanta mala fortuna que el Rengo se desplomó en el vértice del área grande con un moretón arriba del ombligo.

Pitó, el sargento Jiménez, pitó ése tiro libre que le cambiaría la vida, pitó el instante más recordado por la parcialidad Victoriana. El rengo tomó el esférico como si en sus manos tuviera un hijo, fruto de sus entrañas, lo acomodó, le sacó el pastito que tenía pegado a los gajos, lo volvió a mover, hasta que la caprichosa se quedó más o menos en el lugar en que Marcucci pretendía que quede.

Miró al arquero del 12 de Octubre como si enfrente tuviera Bush a Bin Ladden, Maradona a Joao Havelange, Susana a Roviralta, Samid a Mauro Viale y con ésa actitud preparó el tiro libre. El sargento Jiménez le pidió distancia a la barrera y lanzó una señal de OK para el Rengo. Marcucci estaba en una nebulosa, sus oidos se habían tapado, la vista se había nublado, la adrenalina hizo que el rengo sintiera que los únicos que estaban en la cancha ésa tarde eran: el arquero, la barrera y él.

Con los brazos en jarra y el tranquito chueco que lo caracterizaba, el rengo tomo distancia de la pelota y se disponía a cambiar la historia. Pitaba el Sargento Jiménez, pitaba el momento sublime del Rengo, pitaba la consagración. Pitaba el Sargento Jiménez. ¿Qué carajo pita tanto el sargento?, ¿Porqué no se deja de joder con el pito?.

Y el sargento pitaba, pitaba porque el técnico del Victoriano Arenas había dispuesto un cambio antes del tiro libre. ¿Táctico?, ¿Para hacer tiempo?, no, hacía el cambio para darle curso nuevo a la vida del Rengo Marcucci, que seguía esperando la orden del Sargento Jiménez, que seguía pitando y le hacía señas y todo el banco del Victoriano le hacía señas al rengo. Pensaba el rengo: “Mirá los pibes como están, no les puedo fallar”. Pitaba el sargento hasta que se le acercó al Rengo con la pelada brillante y le dijo casi con mala gana:

- Marcucci, lo están esperando para hacer el cambio, retírese por favor. No demore el juego, Marcucci.

¡ Y claro, pitaba el sargento Jiménez, ése hijo de puta
se cansó de romper los huevos con el pito para que ingresara el “Bocha” Báez cambio que había dispuesto el técnico del Victoriano para que ejecutara el tiro libre.

Marcucci, se dió media vuelta, resignado, y salio caminando la cancha como si estuviese en Park Avenue o en Florida y Lavalle y se hizo cortito el tramo desde la posición del tiro libre hasta el banco de suplentes. Pucha que fue cortito.

Marcucci levantó la vista a la platea del Victoriano y se dispuso a recibir ésos aplausos que lo hicieran henchir el corazón, pero sólo recibió de un pelado sentado al lado de una vieja un:

- Dále, Rengo, apurate, ¿o querés un remis para salir de la cancha?. Puto.

Pito Jiménez el tiro libre del Bocha Baez que dio en la barrera y de contra el 12 Octubre liquidó al Victoriano Arenas en una jugada Bochinesca del Pepe Schiavonni, hábil centro-hás del 12 de Octubre.

Al otro día, los diarios zonales hablaban de la magistral jugada de Schiavonni y nadie, pero nadie, hasta ahora, recordó al Rengo Marcucci, que intentó patear un tiro libre y se le cagaron de risa.

Hoy, figura de nuestro hall de la fama. ¡Salud Rengo, gracias por el fútbol!

4 Comments:

At 25 de enero de 2007, 8:04 p. m., Blogger Amperio said...

Hay instantes que cambian la historia. Me hizo lagrimear, es decir, llorar y mearme al mismo tiempo, Caído.

Vaya un trago a la memoria del Rengo.

 
At 25 de enero de 2007, 9:00 p. m., Blogger Eric Draven said...

Descorcho una botella y brindo por el Rengo, émulo de Cervantes pero de la pata, que tantas alegrías dió al Victoriano y al fútbol todo.

Brindo también por usted, Caído, que se enrecordó del rengo; por su cabarulo que trae dicha y sosiego al sur; por los compañeros todos que dan vida al movimiento, por la paz y, en definitiva, porque soy un borracho empedernido.

A su salú.

 
At 26 de enero de 2007, 7:23 a. m., Blogger Caido el catre said...

Compañero Amperio: No se emocione compañero y más bien pégese una vuelta al cabarulo para verlo al Rengo Zarandear a la Firulai, un maestro.

Padrastro Pol: Llénese el garguero de rica y rubiona cerveza y convide, compañero, que esta vuelta la paga el Rengo. Y no confunda, compañero, el Hall de la fama es totalmente negociable y no es que nos acordáramos del Rengo sino que el Rengo nos dió $300 Lecops para que nos acordáramos de él.

 
At 15 de febrero de 2007, 2:06 p. m., Blogger T O N T A M E N T E said...

Magnífico!!!

 

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